martes, 30 de junio de 2015

El amor de mi vida… soy yo

El amor de mi vida... soy yo

“Todos sabemos que la autoestima
viene de lo que tú piensas de ti mismo,
no de lo que los demás piensan de ti.”
(Gloria Gaynor)
“Después de muchos vaivenes, de sentirme como un barco a la deriva, después de pasar las tormentas del amor, después de añorar el poder encontrar algún día el amor de mi vida, por fin lo encontré…
El amor de mi vida soy yo. He aprendido a quererme, a cuidarme, a respetarme; he aprendido a dialogar conmigo mismo sobre mis errores y desaciertos, perdonándome sin rencores…
Así es que creo que he encontrado a la pareja perfecta, yo… y lo digo sin pretensiones, sólo como una forma de explicarme a mí mismo que he conseguido una relación de amor bonita, estable y saludable con lo más profundo de mi ser…
Porque soy una media naranja que no necesita la otra mitad para sentirse completa, porque cada uno ya somos completos si alcanzamos la paz y la felicidad con nosotros mismos y con lo que hacemos, sin la necesidad de buscar el amor o la aprobación del otro…
Porque ya no necesito ponerme guapo/a para buscar que alguien se enamore de mí; porque ahora me sigo arreglando, sí, pero para mí mismo y si alguien fija su mirada en mi ser pues mejor que mejor… siempre y cuando sea para hacernos felices el uno al otro, sin más misterios ni más historias… ¿Tú quieres ser feliz, continuar este largo camino que es la vida… conmigo? Sí, pues yo también…”
Ante todo y sobre todo, tenemos que estar seguros de nosotros mismos, querernos con nuestros defectos y nuestras virtudes; no importa que los haya más guapos, más inteligentes o con más carisma que nosotros…
Cada uno es único e irrepetible y ahí radica nuestra grandeza, ahí y en querer mejorarnos por dentro y por qué no, por fuera; ser coquetos no está mal siempre y cuando no lo hagamos por la obsesión de querer gustar a todo el mundo, por la inseguridad que se apoya en creer que no valemos lo suficiente o en la inseguridad que se sostiene en los complejos, complejos que hacen que centremos toda nuestra atención en ellos y dejemos de lado todo lo bueno que tenemos.
¡Basta ya! Sé feliz por como eres y eso lo reflejarás y lo llevarás por todo el mundo por bandera… Y en este caso me gustaría citar un ejemplo que quizás ahora esté de moda por un programa de la televisión española…
¿Os acordáis de la tímida Laura Pausini en los comienzos de su carrera?… siempre iba envuelta en levitas. Hace poco ella misma dijo entre risas  algo así como: “Cuando comencé mis managers querían simular mis caderas y mi culo con aquellas horribles levitas… ¡Qué viva el culo!” y así de natural y sin artificios lo confiesa, y despierta los aplausos de un público que la adora, ¿por qué?
Por simpática, carismática, natural y parlanchina… no le hace falta tener un culo ni una cara perfecta para resultar una mujer profundamente atractiva y que te atrapa; ella es feliz tal y como es… y de esta manera lo percibe el público. Así es que ¿por qué no hacemos nosotros lo mismo que además no estamos como ella y otras tantas estrellas de la pantalla, todo el día siendo observados por todo el mundo?
¿Acaso Joaquín Sabina es el hombre más guapo del mundo? Pues como él mismo dice: “Yo no estoy ya para nada, estoy mayor… ¡con lo que ha sido uno!”, ha gustado y sigue gustando a montones de mujeres porque ha sabido quererse tal y como es y eso se capta.
Así es que ¿por qué no empezamos a ser nosotros mismos el amor de nuestras vidas, a querernos y a ser felices con lo que somos?
¿Te atreves?
FUENTE: http://lamenteesmaravillosa.com/el-amor-de-mi-vida-soy-yo/

domingo, 21 de junio de 2015

Seis claves para ser feliz, según la Universidad de Harvard

Existe una asignatura sobre la dicha en el prestigioso centro educativo. "La alegría también se aprende, como el golf o el esquí"




Cada vez parece más claro que la nueva fiebre del oro no tiene que ver con hacerse millonario ni con encontrar la fuente de la eterna juventud. El tesoro más codiciado de nuestros tiempos es atesorar felicidad, un concepto abstracto, subjetivo y difícil de definir, pero que está en boca de todos. Incluso es materia de estudio en la prestigiosa Universidad de Harvard.
Durante varios años, algunos de los estudiantes de Psicología de esta universidad americana han sido un poco más felices, no solo por estudiar en una de las mejores facultades del mundo, sino porque, de hecho, han aprendido a través de una asignatura. Su profesor, el doctor israelí Tal Ben-Shahar, es experto en Psicología Positiva, una de las corrientes más extendidas y aceptadas en todo el mundo y que él mismo define como “la ciencia de la felicidad”. De hecho, sostiene que la alegría se puede aprender, del mismo modo que uno se instruye para esquiar o a jugar al golf: con técnica y práctica.
Aceptar la vida tal y como es te liberará del miedo al fracaso y de unas expectativas perfeccionistas
Tal Ben-Shahar, profesor de Harvard
Con su superventas Being Happy y sus clases magistrales, los principios extraídos de los estudios de Tal Ben Shahar han dado la vuelta al mundo bajo el lema de “no tienes que ser perfecto para llevar una vida más rica y más feliz”. El secreto parece estar en aceptar la vida tal y como es, lo cual, según sus palabras, “te liberará del miedo al fracaso y de unas expectativas perfeccionistas”.
Aunque por su clase de Psicología del Liderazgo (Psychology on Leadership) han pasado más de 1.400 alumnos, aún así cabría hacerse la siguiente pregunta: ¿Alguna vez se tiene suficiente felicidad? "Es precisamente la expectativa de ser perfectamente felices lo que nos hace serlo menos”, explica.
Estos son sus seis consejos principales para sentirse afortunado y contento:
1. Perdone sus fracasos. Es más: ¡celébrelos! “Al igual que es inútil quejarse del efecto de la gravedad sobre la Tierra, es imposible tratar de vivir sin emociones negativas, ya que forman parte de la vida, y son tan naturales como la alegría, la felicidad y el bienestar. Aceptando las emociones negativas, conseguiremos abrirnos a disfrutar de la positividad y la alegría”, añade el experto. Se trata de darnos el derecho a ser humanos y de perdonarnos la debilidad. Ya en el año 1992, Mauger y sus colaboradores estudiaron los efectos del perdón, encontrando que los bajos niveles de este hacia uno mismo se relacionaban con la presencia de trastornos como la depresión, la ansiedad y la baja autoestima.
2. No dé lo bueno por hecho: agradézcalo. Cosas grandes y pequeñas. "Esa manía que tenemos de pensar que las cosas vienen dadas y siempre estarán ahí tiene poco de realista".
3. Haga deporte. Para que funcione no es necesario machacarse en el gimnasio o correr 10 kilómetros diarios. Basta con practicar un ejercicio suave como caminar a paso rápido durante 30 minutos al día para que el cerebro secrete endorfinas, esas sustancias que nos hacen sentir drogados de felicidad, porque en realidad son unos opiáceos naturales que produce nuestro propio cerebro, que mitigan el dolor y causan placer, según detalla el entrenador de easyrunning y experto corredor Luis Javier González.
4. Simplifique, en el ocio y el trabajo. “Identifiquemos qué es lo verdaderamente importante, y concentrémonos en ello”, propone Tal Ben-Shahar. Ya se sabe que “quien mucho abarca, poco aprieta”, y por ello lo mejor es centrarse en algo y no intentarlo todo a la vez. Y no se refiere solo al trabajo, sino también al área personal y al tiempo de ocio: “Mejor apagar el teléfono y desconectar del trabajo esas dos o tres horas que se pasa con la familia”.
5. Aprenda a meditar. Este sencillo hábito combate el estrés. Miriam Subirana, doctora por la Universidad de Barcelona, escritora y profesora de meditación y mindfulness, asegura que “a largo plazo, la práctica continuada de ejercicios de meditación contribuye a afrontar mejor los baches de la vida, superar las crisis con mayor fortaleza interior y ser más nosotros mismos bajo cualquier circunstancia”. El profesor de Harvard añade que es también un momento idóneo para manejar nuestros pensamientos hacia el lado positivo, aunque no hay consenso en que el optimismo llegue a garantizar el éxito, sí le aportará un grato momento de paz.
6. Practique una nueva habilidad: la resiliencia. La felicidad depende de nuestro estado mental, no de la cuenta corriente. Concretamente, “nuestro nivel de dicha lo determinará aquello en lo que nos fijemos y en las atribuciones del éxito o el fracaso”. Esto se conoce como locus de control o 'lugar en el que situamos la responsabilidad de los hechos', un término descubierto y definido por el psicólogo Julian Rotter a mediados del siglo XX y muy investigado en torno al carácter de las personas: los pacientes depresivos atribuyen los fracasos a sí mismos, y el éxito, a situaciones externas a su persona; mientras que la gente positiva tiende a colgarse las medallas, y los problemas, “casi mejor que se los quede otro”. Sin embargo, así perdemos la percepción del fracaso como 'oportunidad', que tiene mucho que ver con la resiliencia, un concepto que se ha hecho muy popular con la crisis, y que viene prestado originariamente de la Física y de la Ingeniería, con el que se describe la capacidad de un material para recobrar su forma original después de someterse a una presión deformadora. "En las personas, la resiliencia trata de expresar la capacidad de un individuo para enfrentarse a circunstancias adversas, condiciones de vida difíciles, o situaciones potencialmente traumáticas, y recuperarse saliendo fortalecido y con más recursos”, afirma el médico psiquiatra Roberto Pereira, director de la Escuela Vasco-Navarra de Terapia Familiar.

miércoles, 10 de junio de 2015

FRASES PARA INFUNDIR AMOR Y CONFIANZA EN LOS NIÑOS/AS

50 Frases que hay que decirles a los niños

Mostrarle tu confianza

  • “Confío en ti”.
  • ”Creo en ti“.
  • ”Respeto tu decisión“.
  • “No es tan fácil, pero sé que podrás lograrlo”
  • “Estás haciendo lo correcto“.
  • ”Entiendes bien lo que pasa”
  • “¿Cómo lo lograste?”
  • ”¡Enséñame cómo lo haces!“.
  • ”Lo haces mejor que antes, estás mejorando aún más“
  • “Me parece que lo haces bien”.
  • Reconocer el esfuerzo y/o el sufrimiento

    • ”Veo que trabajaste mucho para lograrlo“.
    • ”Veo que te esforzaste mucho, sigue así“.
    • “Te esforzaste y te salió muy bien”
    • “Me gusta como lo haces“
    • ”Me imagino cuánto tiempo tardaste en hacerlo, así se hace”
    • “¡Sé cuánto te esforzaste para lograrlo!”
    • “Has debido planearlo muy bien para que resultara algo tan bueno“
    • ”Tus esfuerzos se recompensaron con un buen resultado, te felicito“
    • Agradecer por el tiempo que han pasado juntos

      • “El tiempo que pasamos juntos es muy importante para mi”.
      • ”Ya estoy esperando a que juguemos mañana“
      • ”Eres alguien interesante”.
      • “Me gustó mucho jugar contigo”.
      • “Estoy feliz de tenerte cerca“.
      • ”Me siento muy bien a tu lado”.
      • Ayudar a valorar el resultado

        • “¿Y a tí qué te parece?”
        • ”Me imagino que debes sentirte muy bien“
        • ”¿Y qué es lo que más te gusta?“
        • “¿Qué opinas de eso?”
        • ”¿Te gusta cómo quedó?“
        • ”¿Que piensas, te salió mejor que la vez pasada?“
        • “¿Cómo te sientes respecto a eso?”
        • Agradecer por la ayuda o contribución

          • “Muchas gracias por haber....(cuando es algo positivo)“.
          • ”Gracias por lo que hiciste”.
          • “Gracias por tu ayuda”.
          • ”Gracias por entenderlo“.
          • ”Eso me ayuda mucho, te lo agradezco“.
          • “Eres un muy buen ayudante”
          • ”Gracias a tu ayuda tardé menos en acabar“.
          • ”Como me ayudaste ahora todo está limpio“.
          • Describir lo que ves

            • “¡Wow, qué limpia está tu habitación!”
            • “¡Que bien que la cama esté tendida!“
            • ”¡Qué colores tan vivos los que usas!”
            • “¡Veo que te has esforzado mucho!”
            • “¡Tu mismo lo hiciste, te felicito!“

            Describir lo que sientes

            • ”Me gusta mucho hacer esto contigo!“.
            • “Me siento feliz de estar en casa”.
            • ”Creo que somos un equipo“.
            • ”Me gusta oirte decir eso”.
            • “Estoy feliz de tenerte”.
            • “Me siento muy bien cuando me ayudas”
      • FUENTE: http://genial.guru/padres-e-hijos/50-frases-que-hay-que-decirles-a-los-ninos-581/